Estamos frente a la culminación de un ciclo. Nuestra actitud última es la de repaso, de autoreferenciación. Queremos vernos al espejo y concluir como hemos afrontado algunos retos, retos que nos seguirán acompañando el próximo año. La asesoría pedagógica del turno tarde propone sumar su visión de la realidad institucional, esta vez aportando no sólo cuestiones estructurales que hacen a nuestro ambiente escolar sino también y por sobre todo subjetivas, que hacen a la visión integral del ser humano en la vivencia de la escuela, fundamentalmente en tiempos de crecimiento, de transformación. Espero sume éste trabajo a la reflexión que esperamos continuar con entusiasmo en 2015.
Saludos a todos los colegas y Felices Fiestas a todos! Asesoría Pedagógica.
Evaluación Síntesis – Asesoría Pedagógica (TD)
Estudio de Vulnerabilidad Escolar (2014)
En el proceso de articulación entre los niveles primario y secundario y sus condicionamientos previos (en adolescentes de primer y segundo año).
Población de muestra: Estudiantes del Turno Tarde del CPEM Nº3, en el transcurso del mes de Agosto, del año 2014. En total, son 86 los estudiantes encuestados. Que arrojan resultados estimativos de interpretación psicosocial y pedagógicos que carácter intelectual y vincular (personal e institucional).
Variables: Desmotivación, Autoestima, Conductas Desafiantes, Niveles de Ansiedad. Historias Personales de Vida.
Factores de Medición: Repitencia, sobreedad, ausentismo, abandono y migraciones escolares, cursos y escuelas de origen (Secundaria y Primaria).
Método de Investigación: Estadística a base de datos oficiales (Legajos Personales, historiales, asistencia), entrevistas personales, estudio de casos.
Resultados interpretativos
Los estudiantes repitentes son en su mayoría alumnos que ya han atravesado el fracaso escolar en otras instituciones y aún no han podido dar continuidad del proceso de aprendizaje en niveles que posibiliten su promoción (Problemas de nivelación y articulación).
Esto es así porque el trato en las aulas no es diferencial inclusivo sino homogeneizador exclusivo de atención prioritaria para personas con conocimientos mínimos de los contenidos disciplinarios, los cuales cursan en calidad de “ingresantes”.
Una gran cantidad de alumnos también posee conocimientos propios de la experiencia metodológica de las escuelas rurales. Con una formación y socialización distinta que la escuela no atiende directamente.
Tampoco hemos tenido una vinculación directa con las escuelas primarias para el debate de la articulación de contenidos y espacios de socialización mutua tanto de problemáticas como potenciales dificultades futuras.
Los ritmos culturales de adecuación a las actividades contemporáneas no privilegian la lectura, el estudio como trabajo intelectual, el descanso, la meditación ni las actividades físicas. Por el contrario, privilegia la comunicación digital, el entretenimiento colectivo, el consumo comercial, tecnológico, digital y de tóxicos, como pasatiempos y/u oportunidades de satisfacción individual o colectiva.
Las familias de los estudiantes con bajo rendimiento también pueden padecen crisis institucionales o no encontrarse disponibles para el acompañamiento de sus hijos: divorciados, judicializados, ausentes.
Con lo cual la desarticulación del proceso comenzado en la primaria termina por desembocar en el riesgo de fracaso que engrosa el índice de repitencia, más no de abandono.
¿Por qué repiten pero no abandonan?
Se evita abandonar como percepción de ser abandonados. Las entrevistas personales dan cuenta que su situación personal ha atravesado muchas situaciones de abandono. El pertenecer a la institución les permite continuar con la conciencia de ser parte de algo aunque otros elementos ya no sean parte de sí ni de su proceso de desarrollo como personas. Incluso las jóvenes embarazadas resisten la continuidad de la tarea escolar a riesgo de la salud de sus hijos no natos.
La sensación de desarticulación también es percibida por los docentes del Centro como carencia de acompañamiento, aunque también hay debilitamiento social del sentido identitario de la escuela actual, que supuestamente necesitaría de andamiajes legales, administrativos o económicos.
La falta de identidad afecta directamente la mirada que se tiene de la gestión institucional. Es a ella a la que nos dirigimos para ser escuchados y también correspondidos en la tarea desde el refuerzo de identidad acorde al rol que ocupa cada cual y la proyección de objetivos institucionales claros. Donde no siempre se obtiene lo que se espera obtener.
También las políticas públicas refuerzan el sentido democrático en ambientes sostenidos por subsidios o desfasados de la realidad económica debido al endeudamiento provocado por la inflación monetaria. Contrarresta fuerte mente el sentido de pertenencia a los estratos acostumbrados a participar y aumentan la sensación de estancamiento. El trabajo pierde su sentido de fortalecimiento de la autoridad y capacidad adquisitiva, de consumo. Un aislamiento social semejante fortalece la individualidad y el pensamiento competitivo en condiciones de mucha desigualdad.
Es muy difícil trabajar las frustraciones, la desconfianza, la baja autoestima, la negatividad o pesimismo, la desesperanza o desmotivación, tanto en los educadores como en los alumnos, debido a las fuertes frustraciones y angustias generados por el ambiente social compartido.
La escuela es una institución afianzada por la familia que de alguna forma habilita al conocimiento como potenciador de oportunidades, sin embargo, la desmoralización de las familias por las bajas expectativas salariales, facilita la adjudicación de un rol debilitado, atemorizante o abusivo a las instituciones escolares.
El ambiente de angustia (soledad, desprecio, insatisfacción) puede despertar una fuerte sensación de inseguridad, miedo y consecuentemente violencia. Una comunidad de dominantes y dominados elimina la posibilidad del diálogo democrático e instaura un ambiente peligrosamente competitivo y agresivo.
En este ambiente los contenidos juegan a ser comprensivos de la vulnerabilidad social pero empobrecen sus contenidos y favorecen la, debido a la amplia gama de posibilidades, el menor esfuerzo y el apuro por evitar la exclusión o el fracaso sin sentido. Incluso hasta se han presentado reiterados pedidos judiciales de inclusión de alumnos que por alguna razón habían sido separados de la institución (lo que también debilita la gestión y la autoridad escolar, imposibilitando tomar medidas sancionatorias, elemento esencial de las vinculaciones humanas: obrar sin costear consecuencias; la gestión se vuelve amoral –incapacitada para el discernimiento actitudinal de sus integrantes).
¿Quiénes son los alumnos en vulnerabilidad extrema?
Son aquellos alumnos a los cuales la realidad social les afecta directamente dado la situación de indefensión en la que se encuentren como resultado de padecer condiciones de vida familiar e individuales inestables, sea desde el punto de vista emocional, afectivo, sexual, moral, físico o económico. Personas hacia las cuales nos es imposible acceder en su ayuda y acompañar en vistas de su mayor integración y desempeño escolar, y que aún luego de detectados estos problemas y derivado al resto de los responsables sociales no podamos contar con un proceso de acompañamiento decisivo y asistencial continuo.
En la escuela la vulnerabilidad asume el rostro de incapacidad para participar activamente en las propuestas escolares. Sea por razones de adaptación, de desarrollo emocional o cognitivas; también se debe en parte a la calidad de la propuesta educativa o su pobreza de contenidos formativos apropiados como la falta de nivelación conceptual, problemas de transposición didáctica, ausencia actividades grupales o claridad en las propuestas intra-clases.
Anexo Estadístico