Las organizaciones colaboran de manera directa con el cierre de la formación de los estudiantes al permitirles un acercamiento concreto al mundo laboral, en diversos ámbitos, bajo distintos regímenes de actividad y con dinamismos característicos pueden luego transformarse en testimonios y portadores de experiencias valiosas para su propio futuro.
No se acuerdan sólo condiciones sino también ser parte activa de la formación de futuros ciudadanos.
El conocimiento no nos es suficiente, necesitamos poner a prueba las habilidades aprendidas en un contexto real y retroalimentar la formación recibida, por eso los estudiantes serán acompañados en la evaluación de su desempaño, tan útil para seguir creciendo con miradas realistas, concretas y determinar futuras necesidades.
Éste el modelo de acuerdo basado en la resolución vigente, que es el marco reglamentario de las Prácticas Profesionalizantes.
